Publicado el 03/12/2021
En un blog sobre cosmética ecológica como es el nuestro, LA PIEL constituye el tema principal en torno al cual gira la mayor parte de nuestras publicaciones. Hemos abordado este interés central desde múltiples perspectivas, entre ellas su exposición al Sol y las medidas que debemos tomar para protegernos de sus consecuencias sin tener que renunciar, más bien lo contrario, a los beneficios imprescindibles para nuestro bienestar derivados de esa exposición. Todos sabemos que un exceso de rayos ultravioleta puede ser muy dañino, pero su defecto también lo es. Sin esa radiación no se puede sintetizar la vitamina D, cuyo déficit provoca raquitismo y otros problemas de salud.
Hoy, ya a las puertas de la primavera, queremos recordar una vez más la importancia de la protección y queremos hacerlo acercándonos a un conocimiento algo más profundo de este órgano a través de las investigaciones del científico THOMAS B. FITZPATRICK y de su clasificación de los diferentes tipos de piel en función del color natural de la misma.
Thomas B. Fitzpatrick nació en Wisconsin en el año 1919 y murió en noviembre del 2003. Se graduó en la Harvard Medical School, desarrollando una importantísima carrera como científico en el ámbito de la dermatología en diferentes universidades americanas.
Está considerado como “el padre de la moderna dermatología” y como uno de los más influyentes dermatólogos de los últimos 100 años. Destacaremos aquí sus investigaciones en torno al papel de la exposición al sol en el desarrollo del melanoma.
En la piel hay melanocitos, células que producen y contienen pigmentos. Hay dos tipos de pigmentos, llamados melanina: uno es marrón parduzco (eumelanina) y el otro, rojo amarillento (feomelanina). El color de la piel depende de la cantidad y la proporción de ambos, lo cual a su vez depende de la configuración genética.
La escala cromática de la piel oscila entre el casi negro y el casi blanco. debido a la alta o muy baja, en su caso, concentración del pigmento. En general cuanta más melanina hay en la piel, más radiación solar puede absorber. En base a ello, en 1975 ideó la ESCALA FITZPATRICK de los fototipos de la piel, que describen la capacidad de la piel para asimilar la radiación solar.
A modo de resumen concluimos esta rápida revisión con algunos datos más acerca de la piel:
1-Piel muy clara. Puede quemarse fácilmente si se expone al sol. Se broncea raramente. Requiere máxima protección.
2- Piel clara. Se quema igualmente con facilidad. Puede llegar a un leve bronceado. Por supuesto, requiere protección solar alta.
3- Piel morena clara, mediterránea. Sin problemas para broncearse. Se adapta con facilidad. Protección solar media.
4- Piel oscura /muy oscura. Difícilmente se quemarán al estar muy pigmentadas.
Esta clasificación se utiliza en medicina y en cosmética para recomendar cremas de protección solar con protecciones que oscilan entre máxima o pantalla total para las pieles más sensibles y baja para las menos sensibles. Para determinar qué factor de protección necesita un determinado fototipo, se ha de tener en cuenta también el índice de radiación UV a la que se expone la piel. A continuación os dejamos también una tabla que combina los fototipos de piel y los índices UV normales en determinadas situaciones como playa o alta montaña, días nublados,... para entender que grado de protección precisa.
Esperamos que os haya resultado útil la información y no dejéis de leer otros post que tenemos relacionados con el tema así como dejarnos en comentarios aquello sobre lo que queráis preguntar o compartir.
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